La mejor noticia

Quiero deciros que estas últimas entradas las he dejado programadas porque nos hemos ido de vacaciones mi marido y yo, el motivo es el que os cuento a continuación, pero tengo que deciros que no se debe a un embarazo aunque para mí es una noticia que se iguala por completo, incluso me atrevería a decir que es mucho mayor.

El verano ha ido pasando. Ha sido durísimo por la enfermedad de mi madre y lo que conlleva: médicos, pruebas, algún ingreso, empeoramiento, mal humor, mejora…
Durante el verano hemos decidido que cuando estuviésemos en casa retozaríamos, pero claro, eso sólo ha pasado un par de veces al mes porque yo estoy viviendo con mi madre en el piso del pueblo, así que decidimos seguir sin tomar la medicación. No tengo ganas de destrozarme el hígado gratuitamente, pero como mi cuerpo es el que manda, al comenzar agosto le pareció gracioso empezar a manchar a día 13 del ciclo así que tuve que poner proges para cortar el manchado.
Mientras tanto, los días pasaban y mi madre estaba mucho mejor. Se acercaba el día del TAC de revisión y sabíamos que iba a salir bastante bien, la sorpresa fue que la oncóloga nos dijo que había buenas noticias: el tumor había desaparecido del pulmón y sólo había dejado una lesión residual, las adenopatías (ganglios con metástasis) que tenía tampoco estaban y las metástasis óseas se habían eliminado, sólo quedaban lesiones milimétricas.

Sé profundamente que ese fue uno de los días más felices de mi vida. Ahora todo cobraba sentido, la búsqueda podía volver a ser lo que era y mi madre iba a poder volver a acompañarme a las citas médicas.

Al ver que mi madre estaba tan bien, decidimos irnos unos días de viaje, han sido sólo 4 días y justo llegamos hoy. Lo necesitábamos porque nos hemos visto muy poquito este verano, porque mi marido ha tenido una campaña de trabajo durísima y porque deseábamos estar solos, darnos cariño, hablar, reír juntos y olvidar los malos ratos pasados.

A partir de ahora todas las entradas serán en vivo y en directo y os podré ir informando de lo que vamos recorriendo día a día.

Un beso y gracias a quienes estás ya ahí leyéndome.

Citas pre-cita en reproducción en la seguridad social

Como la sanidad está tan bien y los filtros no existen en su maravillosa gestión, resulta que para ir a repro tienes que pasar antes por gine para que te deriven. Resumiendo: cita para un mes más tarde en gine (y eso que era urgente) y cita para urología.

CITA EN UROLOGÍA
Pasamos a la consulta y el urólogo que nos atendió se veía majísimo. Le explicamos nuestro caso y le enseñamos el semi y literalmente nos dijo:
Vaya semi más desastroso, por deciros algo.

A nosotros nos dió por reir porque fue bastante espontáneo.
Le pidió análisis hormonales y serología y lo pasaron a la sala de reconocimiento. Allí se ve que estuvieron tocándole el tema un ratillo, pero no solo el urólogo sino también todos los que estaban allí de residentes, un chico y una chica.
Cuando salieron, el urólogo le pidió una eco por posible varicocele. También nos dijo que al trabajar mi marido en un semillero y estar en contacto con tantos productos químicos, el semi salía aún peor.
El análisis ya se lo hizo  y ya han llamado a Veleta para darle cita el lunes 1 a las 9:30 de la mañana, y volvemos a tener cita en urología el 22 de septiembre.

CITA EN GINE
Cuando pasé a consulta y ví el gine que me había tocado me entró la risa. Era justo el mismo gine que había atendido a una amiga mía el día de antes y que me atendió a mí hace algunos años en su consulta privada y al que nunca más volví. Es muy gracioso pero está fatal de la chola!!!
Le conté un poco todo y me dijo:
Tú directa, directa para arriba, sin filtro ni nada. Tú cita directa, sin dudarlo. Directa a reproducción.

Me dieron cita para el 2 de octubre y para hacerme, POR FIN, casi todos los análisis hormonales (FSH Y PROGESTERONA) y serología. No entiendo por qué no me mandan unos análisis hormonales completos.

Cuando me iba a ir le comenté lo del hidrosálpinx y me dijo que debía operarme y en ese momento le quería preguntar una cosa y me pasó a hacerme la eco y SORPRESA!!! No había rastro del hidrosálpinx.
La conclusión a la que llegamos es que al estar la trompa obstruída el contraste no tenía por donde salir y se quedó ahí alojado durante un tiempo y como la eco de repro me la hicieron sólo 5 días después de la histero, pues se veía líquido pero eran restos del contraste.
Total, que no tengo que hacerme la laparoscopia!!!

Infertilidad variada: 1ª cita en reproducción en clínica privada

Creo que se me ha pasado contaros que al pasarme a la seguridad social decidí hacerme un seguro privado por si me quedaba embarazada poder tener una eco mensual. Lo que no sabía es que las ecos nos iban a ser por embarazo…

Os cuento cómo fue mi primera cita en reproducción en la clínica privada que entra por mi seguro médico.

Al ser mi primera cita comenzaron las enfermeras a pedirme los datos personales míos y de Veleta. Al rato pasé a consulta y le expliqué al gine todos los antecedentes. Pasamos a la eco y me quedé sorprendida, era una eco doppler, y pude ver perfectamente el cuerpo lúteo en el ovario derecho y una sombra negra en la parte izquierda. El gine me dijo:
¿Ves la sombra negra? Es la trompa izquierda y no debería verse. Eso significa que tiene líquido dentro.
Me dijo que me vistiera y volvimos a sentarnos a hablar.
Lo primero que me dijo fue:
No entiendo cómo te has podido quedar embarazada con todas las cosas que tenéis.

Os hago un resumen:

  • Supuestos ovarios poliquísticos diagnosticados desde los 14 años y que, curiosamente, no están presentes en la actualidad.
  • Defecto de la fase lútea por lo que tengo que tomar progesterona desde dos días después de la ovulación.
  • Trombofilia por ser homocigoto del gen mtfhr y por lo cual tengo que pincharme heparina desde la ovulación.
  • Trompas obstruídas.
  • Trompa izquierda con hidrosálpinx, un líquido que es tóxico para los embriones y que, antes de pasar por una FIV, la trompa debe ser sellada o quitada.
  • Veleta tiene un 7% de espermatozoides que se mueven, cuando lo mínimo es un 50%, y sólo un 10% de formas normales.

Al terminar, el gine de repro me dio un sobre donde adjuntó la eco con la imagen de la trompa llena de líquido y una carta para mi gine donde indicaba que había que realizarme una laparoscopia para sellar o quitar ambas trompas antes de hacerme la FIV.

Al cabo de la semana tuve cita con mi gine y le enseñé los resultados y me dijo:
Madre mía, se os ha puesto cuesta arriba la búsqueda del embarazo.

Me dio de plazo hasta octubre, si en estos meses no me quedaba embarazada, me haría la laparoscopia. Ella cree que mi trompa izquierda funciona, algo regularcilla, pero funciona y que debemos intentarlo, porque le da mucha pena que hayamos terminado así.

Antes de irme le volví a pedir los análisis hormonales, ya que ni después de un año de búsqueda que llevábamos ya, ni después de dos abortos me los había mandado y no coló, me dijo que por ahora no me los iba a mandar.

Así que salí de allí mosqueá porque yo ya había dejado todo de lado: heparina, proges, yoduk, los sobres que se tomaba Veleta… Y teníamos que volver a tomarlos otra vez.

 

Infertilidad femenina

Un día después de recoger el semi tenía cita con mi gine y tenía claro que de allí no salía sin alguna prueba y aprovechamos para darle el seminograma como complemento del estudio por abortabilidad. Cuando la gine lo vió se sorprendió pero nos dijo:

Bueno, os habéis quedado embarazados, con lo cual, el esperma no será tan malo.

Le volví a pedir la histerosalpingografía (HSG), una prueba radiológica en la que te introducen contraste para ver el paso por el útero y las trompas. Mi empeño era por dos motivos:

1.-Con 15 años me operaron de un quiste en el ovario derecho y me hicieron una carnicería porque la operación que se suponía sencilla mediante laparoscopia terminó siendo una cicatriz de 20 grapas porque me pincharon la vejiga… y desde entonces yo tenía la cosa de que mi trompa derecha no estaba bien, es más, las veces que yo me había quedado embarazada habían sido por el ovario izquierdo, con lo que mis sospechas iban a más.

2.- Cuando me hicieron el legrado, el gine comentó que le había parecido ver un tabique uterino. Yo me informé y eso es causa de bastantes abortos, por lo que necesitaba saber si eso era así o no.

La gine me dijo que no me la mandaba, que si en septiembre no me había quedado embarazada me haría una histeroscopia (HSC), una prueba que se realiza en quirófano con sedación y que mediante una cámara visualizan el interior del útero y sirve tanto para diagnosticar como para operar. Le dije que en este momento yo no me podía permitir el lujo de meterme en un quirófano por lo que estábamos pasando con mi madre y le volví a pedir que me mandara la HSG y al final accedió no sin antes decirme que yo tenía mucho empeño en mirarme las trompas y que mis trompas estaban bien porque me quedo embarazada. Salí de la consulta contenta porque después de un año había conseguido que me mandaran la prueba que iba a ratificar si tenía tabique uterino y trompas permeables.

Días antes de acudir a la gine yo ya había pedido cita para hacerme la HSG, jajajaja, precavida yo. Las indicaciones fueron las siguientes:
– Ayuno de 8 h
– La noche de antes debía tomarme un sobre de antibiótico (Monurol de 1gr) y otro sobre 4h antes de la prueba.
Diréis, bueno la prueba sería por la mañana. Pues no…
Era a las 4 de la tarde!!! Así que desde el desayuno no comí nada, sólo bebí un vasito de agua con el sobre.

Me fuí sola a la prueba (como siempre debido al trabajo de mi marido y por la situación de mami que tampoco podía acompañarme), no sin antes ser avisada de lo que supuestamente iba a sentir, un dolorcillo de regla…
Al comenzar, el radiólogo me dijo que la prueba podía durar 1′ si colaboraba o 1h si no lo hacía.
Empezó a pasarme el contraste y yo comencé a notar el dolorcillo de regla totalmente soportable. Al rato ese dolorcillo fue a más y le pregunté si ya había pasado el minuto y me dijo que no, que no pasaba el contraste. Mujer sabia yo donde las haya le dije:
Claro! Es que mi trompa derecha no es permeable.
Y me soltó:
Ni la izquierda tampoco.
Ufff, no os podéis imaginar lo que se me pasó por la cabeza y sólo acerté a decirle:
Insista todo lo que haga falta, yo aguanto el dolor, pero intente desbloquearla.

Así que el doctor se puso como loco a pedir otra dosis más de contraste y lo metió tan fuerte y tan de golpe que el dolor se hizo bastante agudo y me chilló diciéndome:
Señora, por favor, no me cierre las piernas!!!
Yo le pedí perdón y le dije que es que no me lo esperaba.
Al momento dejó todo lo que estaba haciendo y dijo:
No se puede, es imposible, el contraste no pasa.
Y la enfermera le preguntó si me hacía otra radiografía más y dijo que no. Yo le pregunté si era normal que teniendo las dos trompas obstruídas me hubiese quedado embarazada y me hizo un gesto como diciendo «tú sabrás».

Ahí estaba yo tumbada en la camilla, sintiendo que todo el contraste se me escurría y la enfermera me preguntó si estaba mareada y le dije que no, que lo que me encontraba era sorprendida del diagnóstico.
Cogí el coche para ir a mi casa a esperar a que me dieran los resultados (me dijeron que en una hora los tendría) y llamé a mi marido embarracada llorando, no de pena, sino de rabia porque nadie antes me había hecho caso y habíamos dejado pasar mucho tiempo. En ese momento os juro que pensé que no podría tener hij@s, pensaba que con trompas obstruídas no se podía hacer nada, estaba totalmente bloqueada.
Cuando recogí los resultados leí lo siguiente (resumido):
Trompa derecha totalmente obstruída e izquierda casi totalmente, sin paso de contraste por la región ampular.

Yo, mujer curtida en foros y blogs, veía claramente en las radiografías el intento de paso del contraste y se observa que en la izquierda pasa algo más de contraste que en la derecha y también ví mi tabique uterino, ESTABA AHÍ! Pero, curiosamente, en el informe no aparecía mención alguna al tabique.
Esa misma tarde era la graduación de mi hermanilla, pasaba de sexto a E.S.O. y no me lo podía perder, me importaba un pepino el dolor y el sangrado tan bestial que tenía. Me arreglé y me fuí con mi madre, mi hermano y Veleta.
Todo esto fue un viernes y el miércoles ya tenía cita en reproducción, pero eso será otro capítulo.

Infertilidad masculina

Mayo pasó muy rápido. Fue el mes que mi madre comenzó la quimio y le hizo tal reacción que acabó 11 días ingresada.
Nosotros habíamos decidido que retozaríamos cuando se pudiese y algún día se pudo, pero era casi imposible porque o dormía yo con mi madre en el hospital o mi hermanilla dormía con nosotros y no era plan, así que ese mes tampoco hubo suerte.

Visto que la cosa no iba como se suponía porque yo ya me estaba pinchando heparina y poniendo la progesterona y no estábamos cantando un positivo como una casa (he decir que según todos los gines yo soy muy fértil…) decidimos que mi marido se tendría que hacer alguna prueba para ver si es que sus soldaditos estaban de vacaciones o qué. Yo tenía entendido que el seminograma era bastante caro así que busqué en internet y compramos un test de fertilidad masculina que indica si el hombre tiene más de 20 millones de espermatozoides en la eyaculación. Para comprobarlo hay que hacer dos test en el trascurso de una semana.
Este test se basa en eyacular una primera vez en una especie de tarrito con dos marcas. Si hay más de 20 mill el color de las dos marcas será igual, si no, el color de la marca de test será menos intensa.

Veleta se lo hizo una noche después de haber estado dos días con una fiebre malísima y le dió por debajo de 20 mill. Al cabo de los días volvió a repetirlo y le salió correcto. Aún así, y debido a que la primera vez le había salido inferior a 20 mill, comencé a llamar a los centros de análisis clínicos para preguntar el precio del seminograma normal y, de paso, del cariotipo ya que nuestra gine nos dijo que esta última prueba sí era importante.
No os podéis ni imaginar la diferencia de precio entre unos sitios y otros: casi 20€ en el semi y 80€ en el cariotipo.
Al final se lo hizo donde el precio conjunto del semi y el cariotipo salía mejor y, además, a mí me daba más confianza.
El resultado del semi tardó dos días y estuve cosa de una mañana entera metiéndome en la web para ver los resultados hasta que a eso de las 5 los colgaron. Mientras los leía me iba entrando una medio risa porque me parecía increíble, así que llamé a dos amigas que ya han pasado por esto para que me aconsejaran.
Los resultados eran estos:
25 mill espermatozoides
7% formas móviles
93% formas inmóviles
10% vivos
10% formas normales

Lejos de agobiarme pensé en que justo dos días antes de hacerse el semi habíamos salido y nos habíamos agarrado una buena y que, a lo mejor, eso había influído en la muestra. Sin embargo mi marido, el pobre, se quedó bastante perplejo.

Abortadora de repetición: pruebas y más pruebas

Tras el segundo aborto, comencé a realizarme las pruebas de hematología. Estuve como unos dos meses en stand-by porque debía cambiarme de muface privado a seguridad social. Cuando ya tuve todo en regla, me dieron cita para hacerme los análisis a principios de marzo. Los resultados debía recogerlos el 3 de abril pero justo en ese mes comenzó una de las peores épocas de mi vida.

A mi madre le diagnosticaron cáncer de pulmón con metástasis en ganglios linfáticos y metástasis óseas en 4 zonas. Imaginaros nuestra situación. Decidimos seguir con las pruebas para saber qué era lo que nos pasaba, aunque la búsqueda quedaba relegada a un segundo plano.

El día 3 de abril nos plantamos mi madre y yo en hematología y el doctor nos dijo que todo estaba bien, aunque me salió en los resultados de las mutaciones:

HOMOCIGOTO DEL GEN MTHFR

Esto significa que debo pincharme heparina desde la ovulación y, cuando se confirme el embarazo, seguir con ella hasta la semana 37 me parece.

Al despedirnos me dijo el hematólogo: ¡Ya verás qué rápido te quedas con la heparina! 

Pobre infeliz…

Recuerdo que ese día le pregunté al hematólogo que si al quedarme embarazada podría tener algún problema al acompañar a mi madre a darse la quimio y nos dijo que si no entraba en el hospital de día no tendría peligro.

¿El problema? Es que yo era la persona que debía estar con mi madre en el hospital de día y allí hay radiaciones (muy pocas) porque radioterapia está al lado y hay personas radiadas que están en la misma sala de la quimio. Como comprenderéis, a mí me dio igual lo que me dijeron. Tenía que estar con mi madre.

Llegó Semana Santa y unos días antes operaron a mi madre para realizarle la biopsia y determinar el tipo de cáncer de pulmón y durante toda las Semana Santa nos quedamos mi marido y yo en la casa de mis suegros de vacaciones (mis suegros y mi madre son vecinos en el pueblo donde veraneamos) y justo aprovechamos que era semana fértil. Pasó abril y justo a finales me realicé un test de embarazo porque no me bajaba la regla. Salió una rayita muuuuy suave así que al día siguiente hicimos un clearblue y salió No Pregnant (es de importación, muy baratito). No nos lo tomamos a mal porque ya me había pasado otras veces, así que dejamos pasar los días esperando que bajase la regla. Al cabo de los 5 días la regla ni asomaba así que decidimos ir a urgencias para que miraran qué pasaba por ahí dentro.
Me hicieron eco y me dijeron que se veía un cuerpo lúteo en el ovario izquierdo que era compatible con embarazo y me hicieron una prueba de orina la cual, lógicamente, dio negativo. Yo les expliqué que lo que quería era que me dijeran porqué no me bajaba la regla pero se limitaron a decirme que podría ser otro aborto bioquímico porque el test me salió positivo débil. Yo no lo creo porque no tenía síntomas de embarazo y mi regla fue normalita. Sí creo que el retraso en la regla se debía a la progesterona. Se ve que yo soy de esas mujeres a las que tomando progesterona no les baja la regla y, de hecho, desde que la dejo hasta que me baja pasan 5 días.
A todo ésto, secretismo total porque no quería que mi madre se enterara de nada porque necesitaba estar tranquila. 

Os adelanto, que ya no hemos tenido más sustos de estos, ¿será porque hemos cambiado de marca de test de embarazo??????????????????????????????

Nuestro segundo embarazo

Antes de nada quiero pedir disculpas a quien me esté leyendo porque puedo parecer muy frívola en esta entrada, pero creo que mi mente trata de borrar ciertos momentos para que todo ésto no se haga tan duro. Si leéis que trato este segundo aborto con una perspectiva diferente es porque mi cuerpo sintió una cosa, un aborto bioquímico, pero mi mente quiere pensar que no fue así. Dicha esta aclaración, continúo con nuestra historia.

En diciembre volví y me mandó 200 de progesterona por la noches y ese mismo mes, zas! una rayita muuuuuy suave en el TE, pero al ser tan suave tuve muchísima precaución y decidimos esperar hasta repetirlo a los dos días para ver si la raya se marcaba más o menos. Así lo hicimos y la raya dejó de marcarse. 

¡Qué cantidad de sentimientos encontrados!

Al ver el TE negativo no volví a ponerme la proges esperando a que me bajara la regla pero los días pasaban y nada y yo comencé a notar muchísimos dolores, tantos que tuve que ir a urgencias. Allí me hicieron un exudado para ver si había infección y una eco. En la eco me dijo el gine que no veía rastros ni de que me fuera a bajar ni de que no… Así que me volví a casa igual que llegué. Al día siguiente, 24 de diciembre, al ir al baño empecé a manchar muchísimo y a partir de ahí comenzaron a desaparecer los dolores. Pedí cita en mi gine y me dijo que ella creía que había sido un aborto bioquímico, así que al llevar ya dos embarazos me derivó al hematólogo para que me hiciera los estudios por ser ABORTADORA DE REPETICIÓN.

Nuestro primer embarazo

Recuerdo el viaje de novios con un cuerpo fatal. Yo sabía que era debido al cambio hormonal al dejar las pastillas, así que traté de no darle muchas vueltas pero como soy una persona muuuuuuy controladora en cuanto me bajó la regla me lancé a comprar un paquete de test de ovulación y me regalaban 5 test de embarazo.

Ese mes ovulé el día 19 del ciclo pero como no tenía ni papa de cómo se usaban, pues en cuanto ví el posi del TO nos lanzamos a retozar. También estuve tomándome la tempe y ahí fue cuando me dí cuenta de que ovulé tres días después del TO positivo, así que pensé que como justo habíamos retozado los días previos a la ovulación pero justo ese día nada, pues que no iba a haber suerte.

Los días pasaron y al cuarto día después de ovular noté muchos pinchazos en los ovarios, a los días muchos escalofríos, después pinchazos dentro del pubis, al noveno día mucho dolor en el pecho izquierdo y esa misma tarde manchado marroncillo claro así que al día siguiente, ni corta ni perezosa, me lancé a hacerme uno de esos test de embarazo que me habían regalado con los TO. Me hice el test y lo dejé en el baño, fuí a la cocina para preparar el desayuno y volví al instante y ví como se iba marcando, volví a la cocina sin creérmelo y sin querer decirle nada a mi marido. No pude más y volví al baño y allí estaba ese pedazo de posi a 10 días de la ovulación. Me acerqué al salón y le dije a mi marido:

¿Cuántas rayas ves aquí? (he de decir que él ya estaba instruído en el tema rayas porque había visto la evolución de mis TO)

Y me dijo: dos.

Y fue cuando le dije: cariño, no es un test de ovulación, es un test de embarazo. Estoy embarazada!!!

Su respuesta fue: ¿Ya? ¿Tan rápido?

Imaginaros la mezcla entre incredulidad, alegría desbordada, miedito… Ese día era jueves y el domingo decidimos contárselo a las familias. Tod@s súper content@s.

Al cabo de dos semanas nos fuimos de viaje al bautizo del hijo de mi prima y aprovechamos para contárselo a esa parte de la familia y justo en la celebración empecé a manchar marrón oscuro. No le día importancia porque días atrás había manchado marroncillo clarillo pero mis amigas me dijeron que no pasaba nada. Por la noche seguía manchando al ir al baño y a la mañana siguiente fue a más y me planté en urgencias. Después de casi dos horas nos atendió el gine y me hizo una eco y me dijo que se veía el saco pero nada más, que me volviera a mi ciudad y que me hicieran una beta para comprobar las semanas de embarazo porque podía ser que estuviese de menos tiempo, cosa que yo sabía que no podía ser por los TO.

Imaginaros el viaje de vuelta…

Una vez en el hospital de mi ciudad (debo decir que yo pertenezco a Muface y que en aquel momento tenía hospital privado) me atendió un doctor que me hizo la beta y una eco abdominal y me dijo que ese saco era de menos tiempo. La beta me salió positiva, 553 creo recordar, pero en ningún momento me dijo que fuese un aborto retenido, de hecho me puso en el informe «metrorragia del primer trimestre». Volvimos a casa felices porque la beta era positiva, incrédulos nosotros porque ese nivel de beta indicaba que nuestro bebé se había parado hacía una semana.

Todo esto ocurrió en domingo y el martes tenía la primera eco con mi gine. Lo llamé el lunes para preguntarle si debía ir o quedarme en reposo como me habían indicado en el hospital y cuando le expliqué que estaba manchando marrón oscuro me dijo que eso era un aborto diferido. Esa mañana se había venido mi madre a mi casa a ayudarme porque yo tenía que estar en reposo absoluto y la llamé porque la pobre se había puesto a limpiar la terraza y cuando se lo dije se me cubrieron los ojos de lágrimas. 

Al día siguiente llegamos a la consulta por la tarde y cuando metió el espéculo, el gine lanzó un:

«Nada, nada, nada, esto es un aborto»

Mi marido me cogió la mano fuerte, fuerte y se quedó blanco. Yo acerté a preguntarle qué debíamos hacer y me dijo que lo mejor era un legrado. Su mujer, que es la enfermera, me dijo una frase que NUNCA nadie debería decir:

MUJER LEGRADA, MUJER EMBARAZADA ¡Qué frase más burda!

Al día siguiente me practicaron el legrado y estuve muchos días con unas molestias horribles, pero todo dentro de lo que se supone que era normal según mi gine.

Pasaron los treinta y tantos días que tardó la regla en bajarme y fuimos a revisión con el gine y nos dio luz verde para volver a intentarlo así que como locos de contentos pensando que sería llegar y pegar como la otra vez.

Esa regla fue la de julio, pasó agosto y tampoco y ahí me dí cuenta de que desde que ovulaba hasta que me bajaba la regla sólo pasaban 8-9 días, así que volví a pedir cita con mi gine el cual me dijo que eso no era nada. Yo no me lo creí y pedí cita con otra gine que tiene muy buena fama y ella me dijo que tenía un defecto en la fase lútea por falta de progesterona y que si para diciembre no me había quedado embarazada me mandaría progesterona.

La primera cita en ginecología: preparando el nido

Nuestra historia comienza en marzo de 2013, justo el mes en el que nos casamos cuando decidimos dejar los anticonceptivos y empezar a buscar. Yo llevaba 13 años entre pastillas, aros, más pastillas… debido a reglas súper dolorosas por ovarios poliquísticos, de hecho me operaron del ovario derecho con 15 años y a raíz de ahí puedo decir que comenzó una gran parte de mi camino por la infertilidad.

Meses antes, en diciembre, me había sometido a un chequeo ginecológico: análisis de sangre normales, eco ginecológica y eco mamaria, todo dentro de lo normal. El gine me dijo que comenzara a tomar natalbén preconceptivo, de hecho me regaló algunas cajas de muestras. Empecé a tomarlas y tuve que dejarlas porque soy intolerante a la lactosa, fructosa y sorbitol y estas pastillas llevan lactosa. Cuando fui a la consulta a recoger los resultados se lo comenté y me dijo que él no sabía de otras marcas que no llevasen lactosa. Hablando con una amiga mía sobre ésto me dijo que sus pastillas no llevaban nada. Por si a alguna le interesan, se llaman gestagyn embarazo.

Salí de la consulta emocionada, era un paso súper importante para nosotros.

No dejé las pastillas hasta el mes de la boda por miedo a que se me descontrolara e hiciera su aparición vestida de blanco aunque había escuchado (y leído) de todo, desde que es más recomendable dejarlas unos meses antes para que tu cuerpo se regule, hasta que no hacía falta. Yo se lo pregunté al gine y me dijo que no pasaba nada así que eso mismo hice, dejarlas y empezar a buscar.

 

Me presento

Mucho tiempo es el que llevo queriendo abrir un blog para poder contar todas mis experiencias en este largo camino de ser mamá y poder desahogarme con personas que sé que van a entenderme y hoy, por fin, me he lanzado a hacerlo.

Somos una pareja a la que la búsqueda de un embarazo se le está haciendo cuesta arriba. Yo tengo 34 años y mi marido 31, casi 32. Son ya muchos intentos los que llevamos y un largo y duro recorrido que se ha visto marcado por dos abortos, uno diferido a las casi 7 semanas y otro  bioquímico.

En los últimos meses, meses repletos de pruebas tanto para mí como para mi marido (a partir de ahora conocidos como «Esteli la Indecisa» y «Veleta»), hemos descubierto que nuestras posibilidades de embarazo natural se reducen hasta un mínimo impensable para nosotros cuando empezamos esta preciosa experiencia.

En este blog espero poder plasmar mis sentimientos y vivencias y celebrar muchísimos embarazos felices.